jueves, 13 de noviembre de 2014

El Muro de Adriano.

El Muro de Adriano... lo que queda.
Y cuenta la leyenda que la ´Gran Aventura' comenzó cuando Julio Cesar, que había cruzado por segunda vez, en el 54 a.C. el canal (hoy de la Mancha) con un gran ejercito, lo reunió en lo alto de los acantilados blancos de Dover y a una señal suya, mando 'quemar las naves' (algunas) que los habían transportado a Albión (montes blancos en celta), ese territorio desconocido e inhóspito que habría de ser Britania.
Los Acantilados de Dover, la gran muralla natural de Britania.
El fracaso no era una opción, no hay forma de regresar, no hay vuelta atrás o se vence o se muere, no
hay campo para el miedo y la incertidumbre que produce lo desconocido... así comenzó la invasión a Inglaterra que terminó con la construcción de 'El Muro de Adriano' hoy conocida como 'La Muralla', hacia el año 122 a 128 d.C. y que se extendió en el norte por 250 kilómetros, desde el mar del norte hasta el mar de Solwey. Adriano, cansado de la expansión del imperio y no poder cuidar sus fronteras, puso fín a ella; cuando visitó su Britania y cansado de la invasión de las tribus del norte en especial los Pictos, le ordenó al gobernador Aulos Platorius Nepos, la construcción de un muro de contención que diseñaron sus ingenieros militares, con la extensión antes dicha y características muy especiales que hacían de este muro casi que infranqueable. La grandeza del imperio la constituyó 'el legionario', ese formidable soldado que era una maquina completa en sí solo o en la legión, cada uno de ellos era un ingeniero en potencia y un  obrero calificado; cuando se emprendía una obra todas las legiones participaban miles de hombres dedicados a la guerra y a la construcción de carreteras (todos los caminos conducen a Roma), fuertes (muros), acueductos, anfiteatros y ciudades.
Un cuartel de la muralla y sus ruinas. 
Así fue, construyeron obras de ingeniería que hoy todavía asombran y una de esas obras de ingeniería militar fue la construcción de fortalezas y como ejemplo, el muro de contención que ordenó el Emperador en Britania.



Basta mirar el siguiente vídeo para comprender la magnitud de la obra hecha por legionarios romanos y asimilar - como una muestra- porqué fueron los dueños del mundo antiguo...:


Hoy quería rendir un tributo de admiración a esos increíbles constructores e ingenieros que fueron esos héroes anónimos... los Legionarios Romanos, valientes, aguerridos y hasta crueles, abnegados y orgullosos de ser ciudadanos de Roma.

Adenda: En sus morrales siempre llevaban una semilla de olivo, una pequeña cepa de vid y un talego de cuero con sal.

Un fuerte abrazo.

Hortensio.







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