domingo, 17 de noviembre de 2013

Una Mujer... y otros poemas.


¡Hola...! un 'plácido domingo', hoy el turno es para la poesía, esa que nos pone a expresar palabras de emoción y sentimientos derivados de una inspiración, que no es otra que la propia vida en el reflejo de toda alma sensible hacia los demás, reflejo etéreo de nuestra existencia... del libro de 1986 'Poemas Fatigados'.


UNA MUJER.
En el laberinto de mi vida                  
con toda clase de seres
me he tenido que enfrentar,
desde una esposa y una amante,
desde amigos y enemigos...
locos, sabios, fatuos y demás.

Pero solo busco un ser
en cuya serenidad me
pueda refugiar y...
me pueda extinguir,
una verdadera Mujer.

Una mujer que por su convicción
formación y austeridad,
no piense en que con mis triunfos
y mis fracasos seré superior o
no merecedor de lo que ha deseado
para sí... un amigo lleno de amor.

Una mujer que con su fortaleza de espíritu,
me pueda rescatar cuando en la adversidad
sucumba, dándome la mano...
su ternura y su calor.

Una mujer que nunca se considere inferior
ni mucho menos rival y que no se deje
deslumbrar por triunfos pasajeros
por la vanidad y por la gloria...
solo que tenga la correcta dimensión
del mérito y la dignidad.

Una mujer que tenga la delicadeza
de una flor y la belleza del amor
pero a la vez la fortaleza de la virtud;
que contraponga a la soberbia
una dulce ternura para que...
pueda amar y ser amada.

Una mujer que sepa ilusionar
y con imaginación y fantasía
me lleve a soñar por los claros
senderos del amor...

¡Una verdadera mujer...!



    A QUIEN IMPORTA

¿A quien importa...
que a mi no me importe
lo que les pase a los demás?

Todo continua inalterable
y la rutina se come al tiempo,
con la indiferencia llevada de la mano, 
pasan a mi lado y no les importo nada;
solo se cuelan por ahí con la insistencia
de un mal olor...

Y al saber que no hay nada, 
a la nada me apego y empiezo
a entrar en la negrura húmeda
de esa cueva fría y áspera
que debe ser mi... fosa.



EL FARO

Como un faro de luz muy lejano                    
Eres faro que ilumina mi vida.
en la cima del mundo... te veo;
en las fierezas de una tempestad,
altaneros relámpagos destellantes 
rasgan la fría oscuridad de esa noche.

Y el faro sin inmutarse, firme con su luz,
pródigo en susurros de silencios,
con toda su fuerza  y toda su calma,
embellecía, rompiendo sin temor
las sombras ambiciosas, negras y mojadas.

Así eres tu cuando entras en esos
espacios sombríos de mi vida...
solo sucede y allí tu luz me encuentra
secuestrado por esas sombras ambiciosas
de las que no logro salir.

Es allí donde te espero
es allí donde me encuentras
es allí donde despierto,
después de esa cruel tempestad,
en la grata luz de una mañana.



EL DESACUERDO

Al ver el desencanto y
al mirar el desacuerdo,
desprecie mi vida y
desprecié mis actos...

Tuve que buscar al
otro lado de mi vida
para no sospechar
de ese instante perfecto
en el que te vi y así...
evitar el desencuentro.


VAGABUNDEAR

Más que distraído, vagabundeaba.    
Vagando por la nada. 
Vagabundeaba por ahí sin rumbo     
en busca de senderos ya perdidos
que no iban a ningún destino...

Recordar sin aceptar
vagabundo de la nada,
nada de deseos
nada de angustias
nada de búsquedas
nada de amores... sólo
vagabundo de la nada
y nada más...





EL SEPULCRO

Cuando los siglos ausentes
pasen sobre mi sepulcro,
alguien, idiotamente al verlo
pensará... ¡que inútil es todo
en ésta efímera vida...!

Ya ni su nombre puedo leer
y nunca sabré quien sacramente
es el inquilino de ese sepulcro...
Cómo hubiese querido tan solo
saber su nombre.



Hasta una próxima tertulia virtual...

Un abrazo y un ósculo.



Hortensio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario