ADVERTENCIA... lectura no apta para todos los estómagos...
Cuenta una muy antigua leyenda, que un esplendoroso y oloriente día, el Gran Maestro Moshe 'el Chucho' Dayán, primo del 'Bautista basurero', mago y místico cristiano del siglo segundo después de su Maestro, el carpintero, se encontraba a las orillas fétidas y nauseabundas del río Jordán (al día de hoy, cualquier río, por gran ejemplo, el río Bogotá... en todas las grandes ciudades hay uno y todos y cada uno de Ustedes, lo conocen); estaba sentado con sus discípulos muy cerca de la desembocadura de la quebrada el 'infiernito', llamada así puesto que salía del botadero de la ciudad, allá abajo en el basurero y crematorio de la puerta sur de la muralla del templo (el infierno) y que recogía todos los detritus de la "Nueva Puta Bablilónica" Jerusalén, y que desembocaba en esa porción de agua pútrida de la que tanto anhelaba el 'furioso tartamudo' Moisés, tomar un sorbito y que no lo pudo hacer por que Yahvé, se lo prohibió... quien sabe que cagada le hizo que no le perdonó.
Un nauseabundo tramo del contaminado río Bogotà |
Como decía... el gran maestro, se encontraba allí, sentando en círculo a sus doce más queridos secuaces; uno de ellos el 'discípulo amado' le preguntó: - ¿Por que aquí, Maestro? y el buen Santo panzón, le contesto lleno de dulzura: - Por que hoy venimos a alabar a nuestro amado y temido Yahvé o ¿Jehová? como quieran decirle a nuestro único y terrible Dios 'Alfarero' de amor y hacerle una sincera y sentida petición y ruego....
Todos los apóstoles se miraron desconcertados unos a otros, incluso Aída, a la que se le conocía con el alias de 'La Magdalena' quien era la fiel cuidadora y amante del gran maestro; éste, con suave y entonada voz les dijo: Tengo que decirles, mis queridos 'saltamontes' que hoy he venido a predicarles sobre nuestro frágil y único vestido... nuestro cuerpo y de él uno los más bellos pasajes de nuestro diario devenir como insignificantes criaturas humanas, que fuimos hechas a la imagen y semejanza de nuestro Gran Señor y Alfarero Creador; que desinteresadamente (no se si se dio cuenta) lleno de amor, nos dio algo de verdad invaluable: 'la fisiología escatológica' y que inmerecidamente, no se lo hemos agradecido como se debe hacer muchas veces al día, día tras día, durante todos los días de nuestras vidas hasta llegar a su amada Presencia.
El Dios de Miguel Ángel en la Sixtina |
En eso tomó la palabra la 'Mujer': ¡Perdón, Chucho!... ¿La qué carajos? Y el Santo Panzón, mirándola con piedad, tristeza y amor a 'esos negros ojasos moros que lo mataban' le repitió "la fisiología escatológica" esa delirante y fascinante porción de la medicina que se dedica al estudio de los excrementos y deshechos corporales, como 'el popocito' que tu haces todos los días -eso creo- o la materia fecal que todos Ustedes, cagones producen por toneladas; la orina dulce fluido de los cerveceros 'Urbi et torbi' y el frustrado endometrio, que en protesta por no ser fecundado, se convierte en la rojísima y fétida menstruación que es impronta de Ustedes, las 'Evitas' con cólico incluido y todo; pero es a la vez el estudio 'padre' de todas las 'Diagnosis' que se han producido desde los tiempos perdidos en la bruma de los siglos...
Ya entendemos porqué nos trajo a éstos escatológicos paisajes, Maestro 'Chucho', y ahora lo comprendo más que nadie, le interpeló Norfán, el discípulo incrédulo... una vez en mi 'pueblito viejo' siendo muy joven me comí unas gallinas robadas a don Trino, y mi Dios se me apareció en la forma de un inmenso 'gallo de pelea' y me dijo con voz de trueno: "¡Por tus deposiciones os conoceré!" me dijo el Padre, me había cagado en la cama. ¿Será posible Maestro, que hasta el día de hoy no pude interpretar tan fecal sueño?...
El símbolo de Dios o Yahvè |
Y el anacoreta panzón, poniéndole una mano en su hombro, paternalmente le contesto: Que tan ciertos son los mensajes del Señor, hijo, tu mismo te castigaste por haber comido gallinas robadas, espero que tu padre terrenal, te haya dado de latigazos; pero que tan ciertas y bellas son las palabras de nuestro Dios y Señor: 'Por tus deposiciones os conoceré' así los 'galenos' de todos los tiempos, han podido establecer que contienen las entrañas, por eso siempre instintivamente todos miramos allí cada vez que 'hacemos del cuerpo' como eufemísticamente le llaman nuestros campesinos.
Sí, los 'galenos' estudian las heces y así saben que comió y que les sentó mal, el porqué de la diarrea, la aparición de parásitos intestinales ¿que tal la contorsionista 'lombriz solitaria'...? y muchas inquietudes que pueden en un momento dado, acabar con la salud... el más grande tesoro terrenal que nos ha concedido nuestro único Dios, y que si quiere, nos puede castigar por nuestros pecados de gula, con una severa oclusión intestinal; ¡Oh, Gran Señor, no lo permitas jamás... mañana todos nosotros ayunaremos para tu gloria!
Sí, mis queridos 'cagones' todos los demás órganos y sistemas orgánicos de nuestra ingeniería fisiológica, son alabados por los escribas y fariseos, los médicos y los poetas, por reyes y lacayos, sabios e ignorantes, santos y asesinos, y así me haría interminable hablar del corazón de Salomón y su reina de Saba, el cerebro pervertido de David, de los pulmones de Éolo, del circuito sanguíneo de Drácula, perdón, no ha nacido todavía pero yo ya sé lo que hará en su época, vale el ejemplo, del soporte esquelético de Goliat, los músculos de Hércules y la piel de Venus, la 'vista' y los bellos ojos de Helena... ¿pero, del órgano digestivo, productor de mierda quien se 'vanagloria'? solo en la vergüenza, algunos lo compadecen y eso.
Pero, es el verdadero dictador del cuerpo, y todos los órganos le rinden tributo, a quien no le ha pasado - y que tire la primera piedra - que en alguna ocasión negra y aciaga de nuestras vidas hemos estado a punto de 'explotar' literalmente hablando y nada se puede hacer o pensar que no sea ¡cagar!, sólo la angustia febril y absurda de buscar un pequeño rincón donde evacuar y así mismo, para dar gracias, mil y mil y otra vez mil gracias, por darnos a conocer lo que es el verdadero sentido de la palabra 'libertad' en toda su dimensión, una vez evacuados ¡que alegría más sincera! y en donde todos y cada uno de los demás órganos fatuos de ese cuerpo único e interactuado, pierden su idiota orgullo y no saben que hacer, se bloquean... pero al descansar su feo hermano el intestino, descansan ellos y vuelven a funcionar a plenitud y vuelve mi pensamiento a volar hacia el Hacedor de nuestros días y pienso con horror que cada vez que caga, debe ahogar una galaxia con su sacratísima mierda.
Y la 'mujer' se pronunció: "Oye Chucho, ¿no estarás blasfemando? ¿porqué tienes que ser tan descriptivo y a la vez tan coprolálico...?, el Maestro y sus discípulos se miraron con desconcierto, y éste tomo la palabra a nombre de la ignorancia... ¿Qué carajos es esa palabreja tan rebuscada...? Cual, inquirió Aída, alias 'La Magdalena' ¿la Coprolalia...? pues en alguna ocasión, me contó Barreto, el escriba del Templo, que nuestro maestro, el putativo de José, cuando sacó a fuete a los mercaderes del Templo, lleno de ira y con groserías inimaginables, pues pocos las entendían, lo hizo con inusitada violencia y coprolalia, lo único que se de la palabrita usada por 'Barreto el escriba' es que es la forma compulsiva de hablar inapropiadamente con obscenidades y vulgaridades al dirigirse a los demás sin controlar su vocabulario degradante y en tu caso, 'Chucho' con esos exabruptos fecales... que pena con Dios y sus sacras deposiciones.
WC de la era victoriana |
A gracia de discusión, mi querida Magdalena, quiero decirle y explicarles a Ustedes, que la sencillez de mis palabras, aunque impregnadas de coprolalia fecal, -valla redundancia -no encuentro otras más bonitas para que suenen bien en sus oídos y si estamos predicando con humildad, tenemos que hablar como habla nuestro pueblo y así tenemos que alabar a nuestro único Señor y Dios celestial y no me distraigan de mi alabanza y demosle gracias, no de rodillas sino sentados en su altar, el W.C. con el incierto anhelo de poder evacuar y así agradarle al Señor tu Dios y agradarnos, epicúrea y placenteramente, a nosotros mismos, si lo logramos a satisfacción; ya le he dicho anteriormente, podemos estar ante uno de los dos más sagrados y exquisitos placeres que nuestro Señor y Dios le ha concedido como premio a nosotros, frágiles criaturas humanas y que éstas, en su Sagrado Honor, se debe así misma; hablando fisiológicamente, en su orden... la cagada y el orgasmo y así alabaremos al 'Gran Arquitecto del Universo' como lo llamó el hermano Hiram Hiram, el constructor del Templo de nuestro amado y 'puto' rey Salomón.
Cada quien tendrá sus razones, para mi, barruntaba el sabio glotón, el más perfecto, hermoso, simple y extraordinario sistema corporal es, que duda cabe, el digestivo, tesoro de tesoros, el que nos da o nos quita la felicidad... ¿han visto la cara de 'caca' que pone un infeliz estreñido con cinco días de no poder hacer? Dios nos libre, por eso cada vez que estemos en ese sacratìsimo e íntimo recinto, pequeño y oloroso altar del sanitario, le pidamos con devoción inusitada al Altísimo, no de rodillas sino muy sentaditos, que nos permita, cumplir con su mandato fecal de cada día y rogarle que nos libre de todo estreñimiento, amén.
Hoy no quiero abrazarlos.¡Huacala!
Hortensio.
JAJAJA Si hay comentario...que bueno.
ResponderEliminarSaludo.
Hortensia