Cuidado con la tristeza,
se puede convertir
en un vicio.
Flaubert.
Todo hombre se
parece a su dolor.
Malraux.
Cuando una persona, en un momento dado presenta un cuadro de angustia (tristeza) que aunque trata de controlar, no puede, y si no puede estamos frente a un cuadro clínico; o se lucha por salir de ese estado caótico o esa persona se pierde... y eso le pasó a nuestra gran poetiza Abigail Sandoval, como me cuenta su hija y yo así lo asumo, Ella se dejó morir de tristeza... y en éste Plácido domingo me atrevo pensarlo.
Todo se infiere de sus versos y metáforas audaces, de su prosa triste y única en donde se refugió para esperar el desenlace de su periplo vital, ésta poesía así lo avala, Ella lo intituló:
Morir de Tristeza
Soy un fantasma sin destino cierto
dispersa por las grietas de una nada
y en busca de la huella que me dejó
tu ausencia que nunca acaba y que
gravita en la soledad de mis abismos
nómadas sin fondo... amando solo un
recuerdo con la apenas fuerza de mi
alma enferma sobre el cada siempre
implacable instante de un suspiro.
En el invisible pensamiento se me une
el sentimiento desbocado de este amor
inconcluso que me desplaza hasta la
cima de lo divino e infinito que cierra
la compuerta y me empuja a la deriva
del destino cruel y todo se desvanece
en el torrente vívido de un atardecer.
Mi voz muda no puede y ya no quiere
musitar palabras egoístas, es el peso de
mi cruz la que me hace vacilar para así
mantenerme firme ante la indiferencia
de seres espurios que no conocen la
pasión de las promesas de amor...
Y lloro por que hay dolores tan incrustados
que todas las lágrimas son pocas para saciar
mi tristeza, sí, por eso no puedo dejar de
llorar hasta no poder más, es mi
cruel condena llorar y llorar ¿porqué no
se secan mis lágrimas de rocío interminable?
Mi vida sombría y triste se convirtió en una
simple escena fea de dolor humano brutal y
agotador envuelto en las miserias que siguen
a un gran cataclismo como es mi terrible pena
de amor, cansancio de vivir y un sublime
deseo de morir. Morir de tristeza,
Abigail Sandoval.
Sogamoso, mayo de 2019
Siempre un triste abrazo en compañía de Abigaíl.
Hortensio.
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