Plácido domingo, hoy con un apunte de la vida de nuestro Libertador Simón Bolívar y fue su faceta de abogado titulado y que no ha sido lo suficientemente divulgada, se registra en su historia que la Universidad Real y Pontificia de San Marcos, de Lima en el Perú, le otorgó el título de doctor en ‘derecho’ y no fue un doctorado ‘Honoris Causa’ general, sino uno específico de abogado.
El doctor abogado... |
Las autoridades de la Universidad y sus rectores consideraron que Bolívar cumplía con creces todos los requisitos para ser abogado: había escrito leyes, redactado constituciones completas de varios países pero aún así El Libertador, puso una condición para aceptar el título, que le hicieran un examen y las pruebas de conocimiento que se aplican en esos casos… le hicieron el examen y lo aprobó con lujos de respuestas. El 3 de junio de 1826 asistió al acto especial donde le fue entregado el título de abogado.
Simón Bolívar se nos presenta con múltiples facetas entre ellas: filósofo, educador, periodista, estadista, militar y estratega, visionario, político, diplomático, fecundo escritor, hacedor de miles de cartas, humanista, conservacionista, legislador, Padre de 6 naciones y ciudadano por antonomasia, su mayor orgullo… ciudadano de La Gran Colombia. Pero la de abogado era poco conocida y divulgada; y estudiamos que, encontrándose en Lima el 3 de junio de 1826, las dignas autoridades de la Universidad Mayor de San Marcos, la más antigua de América, fundada el 12 de mayo de 1521, presidida por su rector Miguel Tafur, representantes del gobierno, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, de las máximas autoridades de la iglesia, miembros del Colegio de Abogados del Perú, invitados especiales y público asistente, nuestro Libertador, recibe el título de Abogado efectivo, y no honorífico. El discurso de otorgamiento estuvo a cargo del docente en derecho, doctor Joaquín Larriva y Ruiz, quien en un aparte expresó: “… se extenderá hasta donde será capaz de incrementarse la gloria del augusto nombre, qué hace la admiración del orbe entero”.
El gran ciudadano... |
Bolívar, contesta en emotivas palabras de agradecimiento lo siguiente: “Al pisar los umbrales de este santuario de la ciencia, yo me sentí sobrecogido de respeto y de temor, y al verme ya en el seno mismo de los sabios varones de la célebre Universidad de San Marcos, me veo humillado entre hombres envejecidos en las tareas profundas y útiles meditaciones elevadas con tanta justicia, al alto rango que ocupan en el científico… desnudo de conocimiento y sin mérito alguno, vuestra bondad me condecora gratuitamente con una distinción que es término y la recompensa de años enteros de estudio continuos…
¡Señores….! Yo marcaré para siempre este día tan hermoso de mi vida y no olvidaré jamás que pertenezco a la sabia Academia de San Marcos… Yo procuraré acercarme a sus dignos miembros y cuantos momentos me pertenezcan después de llenar los deberes que he por ahora, los emplearé hacer esfuerzo para llegar; sino a la cumbre de las ciencias en que vosotros os halláis, al menos en imitaros”.
Sin duda es pues una nueva faceta de la vida, obra y acción de Bolívar, con su prolífica prosa dejó a la posteridad unos diez mil documentos, de los cuales siete son reconocidos como estelares, y de ellos el máximo es el “Mensaje dirigido al Congreso reunido en Angostura el 15 de febrero dev1819”; su caudal léxico estimado en 16.000 voces, muy elevado tomando en cuenta que Shakespeare utilizó 15.000 y Cervantes más de 20.000 voces, según estudio de la conocida filóloga peruana Martha Hidebrandt.
Los abogados tenemos en Bolívar, al Libertador y al colega que los inspira en la aplicación de la justicia con equidad e imparcialidad, recordando de sus palabras expresadas el 23 de enero de 1815 en Bogotá: “La justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostienen la igualdad y la libertad.”
Bolívar, presentando el examen para optar el titulo de abogado |
José Rafael Sañudo, quien movido por un 'odio morboso' puesto que un antepasado suyo fue víctima de "el matrimonio" llamada así la ejecución por la cual para evitar el gasto de munición, amarraban por las espaldas a dos realistas, los atravesaban con una lanza y los lanzaban al río Guáitara, escribe la ya famosa diatriba sobre la vida del 'negroide' Simón. Y desde luego Pablo Victoria Wilches y Evelio Rosero, ganando méritos editoriales con el reencauche maquillado de la obra del intelectual pastuso Sañudo. Pero eso será tema para otra entrada. Por ahora...
Un abrazo Bolivariano,
Hortensio.
Excelente! El Libertador un extraordinario ser humano en todas sus facetas 👏👏👏👏👏
ResponderEliminar