jueves, 18 de julio de 2013

Una mujer racista.

Lo que les voy a contar ya lo había hecho varias veces, ahora lo voy a escribir para compartirlo con Ustedes ya que estoy en mi blog, fue lo que me contó un amigo que presencio estos hechos no hace mucho tiempo y él me lo contó mas o menos como yo lo hago y lo repito ahora, por que no olvides, repetir un cuento, es también una forma de hacer literatura.

Y así me lo contaron y así lo narro... paso un día en New York, en el aeropuerto J.F.K., cuando  el vuelo a París ya estaba listo y autorizado para despegar... Una mujer blanca de unos cincuenta y pico de años llegó al asiento que le tocaba en ese avión que estaba totalmente lleno de pasajeros y se negó a sentarse pues junto a su asiento se encontraba sentado un hombre de raza negra, mostrando su disgusto la mujer llamo a la azafata y le demando otro asiento.


La mujer dijo que ella no podía sentarse junto a un hombre negro, la aeromoza le contesto: "permítame ver si hay otro asiento disponible" Después de chequear , la aeromoza regreso y le dijo a la mujer: "Señora, siento decirle que no hay otro asiento disponible en clase económica, pero revisare con el capitán para verificar si existe algún asiento disponible en primera clase"



Cinco minutos después, la azafata regreso y dijo: "El capitán me ha confirmado que efectivamente no hay asientos en clase económica. Es política de la empresa nunca cambiar a una persona de clase económica a primera clase, pero viendo que podría resultar todo en un escándalo al no poder forzar   a nadie sentarse junto a una persona desagradable, el capitán estuvo de acuerdo en hacer el cambio a primera clase.

Antes de que la  mujer pudiera decir algo , la azafata se dirigió al hombre de raza negra y le dijo: " fuera Ud. tan amable de tomar sus artículos personales, queremos moverlo a un asiento mas confortable en primera clase ya que el capitán no quiere que Usted este sentado junto con una persona tan desagradable".


Los pasajeros en los asientos cercanos, comenzaron a aplaudir, mientras algunos ovacionaron de pie la atinada reacción del capitán y la azafata. Es una muestra de la idiota y absoluta secuela del racismo.

Cuéntalo y ¡Hasta la próxima!

Hortensio.

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