domingo, 14 de enero de 2024

Ocurrencias en prosa 2



Prefiero ser libre con
 mis incertidumbres que
esclavo de mis certezas.
Farwel.

En un nuevo Plácido domingo, cualquier ocurrencia que surge y se tiene la inconsciente necesidad de escribirlas, éstas son algunas a 'vuela pluma'...

El tiempo de Dalí.

Te cuento: Disimulé fingiendo cierta indiferencia, pero cuando te dejé en la puerta de tu casa no pude resistirme y te acerqué hacia mí con la firme decisión de saborear tu boca... te me escapaste y los deseos me gritaban ¡no la dejes ir! el tiempo se paralizó y la cobardía se hizo presente, dando la espalda y cabizbajo retomé el camino de regreso con la lívido renegando y la pasión repudiando la desidia de mi acto... 

El opacado se dijo a sí mismo sin crear una premonición: "Tranquilo, mañana no fallaré".

                                                                                ***

Los deseos y las ilusiones, que se convierten en anhelos, son la parte más importante de la condición humana, sin ellos no tendríamos motivos válidos para existir...Y el pasado que año tras año se aleja, nos deja a merced de un presente de nostalgias, entonces es cuando sabemos que la vejez es nuestro futuro y nuestro fin...

                         ***

La desgracia de un asesino y genocida, es que cada vez que su nombre suena en el eco de una noticia cualquiera o su asqueroso rostro asoma por ahí embriagado de vanidad, rejuvenece en la memoria de un pueblo -que sus secuaces intentan maquillar u ocultar- la página bordada de sangre. Sus viles acciones jamás tendrán fecha de caducidad, una vida de  falsía y codicia en un mal longevo de dolor, cinismo y canalladas, padre de las miles de muertes infames en 'falsos positivos' podridos de ego y soberbia, ¿Qué ganó con esos actos de estupidez, mezquindad y codicia? nada, y sí su condena histórica. Lo mejor es decir -parodiando a Cervantes- es ese de cuyo nombre de verdad... no quiero acordarme.

                                                                                 ***

Las religiones guardan como su esencia un delirio truculento basado en la superstición de un 'pueblo masa' carcomido de ignorancia y la falta de raciocinio lo que degenera indefectiblemente en cultos y sectas no exentas de peligrosidad puesto que toda creencia religiosa se adapta a las necesidades teológicas y culturales del momento a sabiendas de que esas creencias están arraigadas (como la cristiana) en pensamientos primitivos..

Para los creyentes crédulos, todo relato bíblico es un misterio divino que va más allá  de la lógica y la ciencia. La 'fé ciega' implica aceptar lo inexplicable para conformarse con la creencia que siempre reconforta y aun cuando contradice a la razón... Esta necesidad de tener una fe dogmática y absurda, es irracional en un mundo donde sabemos valorar la evidencia empírica.

                                                

Abrazo de siempre...

Hortensio.



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