martes, 12 de diciembre de 2023

Una prosa blasfema.


Nunca he dicho que la vida sea fácil.
fácil la muerte y nadie cuestiona su
profundo misterio.
Farwel.


Sin la métrica y la rima, la prosa poética de Farwel, se convierte simplemente en versos indisciplinados que no se sujetan a ningún estilo predeterminado entre el empirismo y desde luego el pragmatismo, es una unión escéptica de estas dos tendencias del pensamiento. Dicho esto, Farwel simplemente se convierte en un escribiente lírico por excelencia y nada más, en el que respira el aliento de algunos "Poetas Malditos" por su paralelismo con sus vidas, rompedoras de costumbres conservaduristas y adicto a la vida bohemia precedida del alcohol, la lujuria y la poca fortuna... sencillo adorador de la metáfora en su poesía que recurre a la muerte como un tema reiterado a lo largo de toda su antología... en una vida sin más. Un ejemplo clásico de su prosa, es la que intituló como:

Y esa fue mi vida... quimera utópica y desquiciada.

Es mi vida...

Es mi vida la que atraviesa el caos,
el túnel negro en donde abandonar mis
tristezas y mis deseos frustrados.
Es una noche interminable, un día que
se niega a volver desde la lejanía 
absurda de mi niñez inerte.

Es mi vida dolor que duele, al límite del delirio,
agotamiento y culpa clandestina, ausencias que 
retroceden a contraflujo en un desastre que levanta
vuelo quedándose en la nada de las gélidas
regiones del olvido que se extraviaron en
la indiferencia vil de la ingratitud.

Es mi vida un mágico talismán sin poder
que se fue quedando solo sin esa la vieja
lámpara que no me alumbrará más, si
supieras, que ganas tengo de nacer de nuevo,
en una quimera utópica y desquiciada...

Es mi vida un raro misterio que no logro
descifrar, un insólito mito de una inusitada 
fábula sin moraleja, idea peregrina de un
enigma irresoluto, vacilante y mortal
en donde el tiempo no cuenta...

Es mi vida un dudoso y perplejo acontecer
que un bizarro y burdo brío condujo a
franquear mil puertas en busca, siempre
terca, de la perversa y pérfida condenación
sin tan siquiera poder morir...
¡Cuanta ausencia! ¡Cuanta soledad!

Y fue mi vida el perfume putrefacto de un
pasado que abortó mis mejores primaveras
y los efluvios sutilmente emanados de mi ser
y aromados con un tufo agrio de aquellos
recuerdos moribundos que jamás volverán,
una sombra más que se arrastra humillada
hacia el infame y despiadado olvido que
se llevó la noche.

Y fue mi vida un umbroso y turbio camino
cubierto de malezas que en su horizonte se
presentía hostil, ineluctable fatalidad que
huye en fuga rauda hacia la vejez, fulgor
agonizante de una vida que siempre fue
éxtasis de una locura inútil ¿Qué dolor es
ese, y que hondo daño se produjo...?

Y esa fue mi vida... que ha desdicho la 
tentación de morir por mano propia, al
borde de una noche cualquiera,,,

                        ***
Abrazo fraterno a quien pase por aquí...

Hortensio.







 


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