domingo, 11 de abril de 2021

Hace seis meses (1a. parte)

 La ficción siempre busca parecerse 
a la realidad y esa realidad siempre
tiene secuencias que parecen pura ficción...
Farwel.

 La soledad es muy hermosa... cuando
 se tiene alguien a quien decírselo.
Bécquer.

Hoy hace seis meses que fui abandonado en una de esas residencias de ancianos, prefiero llamarlas así y no como peyorativamente se conocen... 'ancianatos', si de esa forma lo sentí cuando fueron a la sala de estar de la institución privada algunos de mis hijos y nietos y se despidieron, creo que así lavaron sus conciencias por el infame acto que estaban cometiendo, era un lugar campestre muy bonito y sobre todo... caro. Nunca en toda mi larga existencia había sentido tanta soledad cuando me dejaron instalado en mi nuevo cuarto y la gentil enfermera cerró la puerta a sus espaldas, y pensé en el gran Aristóteles cuando dijo: "El hombre solitario es una bestia o un dios", y el silencio me envolvió, serían como las 5 de la tarde de es día nefasto y triste, me acuerdo que con los ojos llorosos de niño regañado grite entre dientes: ¡Ingratos...!
El anciano abandonado.

Y pasaron los días después de mi presentación y poder conocer a la que sería de forma involuntaria mi "nueva familia" de ancianos compañeros de abandono. Ninguno de mis hijos ni mucho menos algunos de mis nietos ya adultos, se podían hacer cargo de mi cuidado puesto que sus ingentes ocupaciones laborales les impedían sacar tiempo para dedicarlo al anciano padre y por consenso se decidió internarme es esta residencia que en definitiva - según ellos- era la mejor solución. Los 'matasanos' me habían  decretado 'Alzheimer temprano' cuando yo sabía para mis adentros que solo eran episodios de desmemorias propias de la edad.

Y mi lucidez me permitía ver y observar el gran deterioro de los ancianos que me rodaban en las actividades que nos preparaban con cierta periodicidad los encargados de nuestro cuidado... siempre han sido gentiles por lo que les perdí la desconfianza que les guardaba ya que muchos incidentes de maltrato eran con frecuencia denunciados, incluso algunos llegaron a la prensa como noticias del día. No se si era compasión o lástima (¿será lo mismo?) pero en un esfuerzo emocional y sin proponérmelo los acepté como mis nuevos compañeros de viaje.

Fui muy prudente las primeras semanas desde 'el abandono', callado, depresivo y observador, muy observador hasta hacía algunas notas como que era mi costumbre, éramos desahuciados al abandono y la soledad por nuestra condición de "limitados físicos y mentales" y ya hoy son 6 meses de habermen defenestrado de 'mi hogar' y de mi cuarto, de haberme separado de mis cosas, mis recuerdos y mis libros, desgarrando impunemente mis viejas mañas y mis rutinas de libertad. 6 meses que llevo escribiendo estas notas en una bitácora casi que a escondidas y en un lenguaje encriptado por si acaso me las decomisan y las leen. 6 meses en este "hogar de soledad existencial" que es el peor de todos.

Decrepito pero lucido... la tragedia.

Es horrible ser demasiado lúcido en medio de esta dañina decrepitud que se va apoderando de los cuerpos de los ancianos y ancianas que me rodean y es dañino también ver como se van apagando con sus enfermedades, tristezas y soledades... de verdad no es ficción es peor que la mejor de las crónicas descritas en apuntes ficcionados... para despertar más interés y lo peor es que les he cogido un gran cariño al interesarme en sus historias de vida cuando me dejan hablar con ellos y ellas, sobre todo con ellas, pienso que para las directivas eso de hacer contacto y amistades con ancianas, evitan que surjan amores seniles que pueden traer complicaciones y a mi toda una vida me gustaron las complicaciones y de seguro que las iba a tener.

Fin de la primera parte, continuará... 

Hortensio.


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