El recuerdo es el único argumento
que vence a la muerte.
farwel.
Morir con nostalgias,
es la peor forma de morir.
farwel.
Plácido domingo éste en el que escribo esta crónica en prosa de algo que sucedió en la vida real y que 'un por cierto' lo viví de cerca por ser amigo del protagonista del insuceso jurídico que se suscitó que desde
luego fue fallado y 'fallido' por una justicia ineficiente y demasiado garantista...
***
Su corazón estaba infectado de odio... por sus venas corrían torrentes de ira que sólo necesitaban una pequeña gota de egresión para explotar en una violencia incontenible, quería humillar, maltratar y herir a sus odiados enemigos, quería salirse de madre, había perdido la dimensión y la proporcionalidad del dolor ajeno y los conceptos de justicia y equidad.
Era la transgresión de una impotencia impuesta por la ley, y eso lo llenaba de asco, de angustia e indignidad, al ver como se protegía a los asesinos para poder darles garantías procesales y eso está bien hasta ahí; los jueces, fiscales y las normas habían fallado, si un fallo precario y famélico que favorecía a unos animales sanguinarios, asesinos, violentos y lujuriosos.
Nó, la ira no se puede contener con los puños cerrados y los dientes tan apretados que crujen hasta el dolor, tenía razón Hammurabi con su "ojo por ojo"... da paz y una maldita resignación que llena todos los poros del alma; no podía esperar, no era joven y las malditas alimañas sí. No tenía la virtud de la paciencia y los años pasaban vislumbrando un fétido olor a impunidad. Quizá entendió allí y en ese asqueroso momento del fallo, que tenía que actuar de la forma más irracional e inteligente que pondría a prueba toda su experiencia vital, ese sería su destino, taciturno y obsesivo, atroz y sanguinolento, un susurro en su interior le golpeaba sus oídos y taladraba su cerebro: "No te arredres, no desistas, ve por la venganza.
Morir lleno de nostalgia por no haber actuado, sería la peor forma de morir y lo peor, sin paz interior. Lo que hicieron con él y su familia era una ignominia, la más grande metáfora de la infamia, sólo sospecha oscura de injusticia, es mutismo con fatalidad, es sórdida espera plena de angustia, y los días van pasando de la mano del ángel vengador que no encuentra el umbral de su deseo, sabiendo que es una quieta mentira aquello de justicia (humana o divina).
Un día escuchó de Maquiavelo: "A ningún hombre se le debe menospreciar hasta el punto de creer que, por injuriado que sea, no pensará en vengarse a costa de los mayores peligros, aún el de perder la vida." y él la tenía empeñada aunque le fuera en ello la vida misma. Y no solo será una venganza, sino un sincero e inmenso acto de justicia; decía Farwel: "la venganza tiene un deber ineludible: ser bella". No hacer nada, fuera de frustración produce náuseas.
Y el vengador actuó. La idea obsesiva cobró forma, supo esperar, los asesinos y violadores de su pequeña hijita salieron de la 'ergástula' para encontrar la verdadera justicia... las gentes del barrio ven pasar a dos seres amorfos en sendas sillas de ruedas rumbo al hospital cada tres días para hacerse una 'hemodiálisis' y en voz baja susurran y se aconsejan: ¡se lo merecen! La coja justicia había llegado aunque por otro camino.
Aclaro... no es apología.
Un abrazo sin nostalgias.
Hortensio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario