Una computadora puede ser llamada "inteligente"
si logra engañar a una persona haciéndole
creer que es humano.
A. Turing
En estos días fui a cambiar o a reponer mi viejo Ipad por uno de "última generación" como dicen los muchachos de hoy en día y no pude menos que recordar al padre de las computadoras y genio de la criptografía e informática el malogrado matemático y lógico inglés, Alan Mathison Turing (1912-1954). En éste Plácido domingo recordaré algunos pormenores de su muerte ya que su obra lo precede de lejos. Él, a la cabeza de un pequeño grupo de matemáticos y analistas, sirvieron para que la Segunda Guerra Mundial, durara mucho menos de lo pensado gracias a la decodificación de la máquina 'Enigma' con la que los Alemanes nazis cifraban sus planes presentes y futuros.
Él, diseñó la primera computadora si se le podía llamar así en esa época, era electrónica y digital, fue el primero en hablar de "inteligencia artificial"... solía decir: 'Si la idea detrás de los computadores digitales puede explicarse diciendo que estas máquinas están destinadas a llevar a cabo cualquier operación que pueda ser realizado por un equipo humano'; 'las máquinas me sorprenden con mucha frecuencia'. La ciencia es una ecuación diferencial. 'La religión es una condición de frontera'. Sentó las bases de la informática moderna.
Dentro de los avatares de su vida 'El genio' tenía "problemas" con su sexualidad, pero no era un tipo pervertido ni mucho menos, en una ocasión invitó a un supuesto amigo a su casa y el muy miserable de 19 años, aprovechando la confianza que Turing le había brindado, lo robó... denunció al ratero y en su declaración confesó su homosexualidad y terminó siendo investigado y hallado culpable de homosexualidad, en pleno siglo 20 (1952) su delito e imputación fué la de "Indecencia grave y perversión sexual" (moral puritana inglesa) y la sentencia fue la de la 'castración química' en libertad condicionada, para "curar su homoxesualidad".
Dos años después 'el genio' de 41 años moría por envenenamiento con cianuro, la empleada del aseo lo encontró en su cama y con una manzana mordida (impregnada del violento veneno) en su mesita de noche, costumbre que lo acompañó por años, puesto que antes de irse a dormir mordía la manzana pero no la consumía por completo. Desde entonces se habló de suicidio debido a un "desequilibrio mental y emocional" puro prejuicio en esa Inglaterra de posguerra... "era un científico atormentado e infeliz", pero no hay ninguna prueba concreta al respecto de las circunstancias que lo llevaron a esa determinación, si eso fue suicidio; no hay que descartar una teoría de conspiración para asesinarlo, Él sabía demasiado sobre los grandes secretos de estado y era un peligro como hacker...
Como buen inglés, tomó su sentencia y el mal momento con un gran sentido del humor: por ejemplo, en una carta a un amigo le decía: "bajo el arresto tuve una agradable sensación de irresponsabilidad, como si hubiera vuelto a la escuela". En otra se mofaba del año a que fue sometido al tratamiento de hormonas ' me crecieron un par de bellos pechos' y de los términos de su libertad condicional, se reía: "Mi conducta ha sido deslumbrantemente virtuosa"... Nunca sabremos lo que pasó, pero no hay que descartar ni un accidente ni un crimen.
Así terminó absurdamente la vida de una de las mentes más brillante del siglo 20 y en diciembre de 2013 la reina Isabel II le concedió el indulto póstumo, después de que el gobierno del Reino Unido pidiese perdón públicamente... Pero ésta entrada también tenía por objeto aclarar lo del icono de Apple, que fue un homenaje de Steve Jobs, al gran matemático británico. Antes de su muerte Jobs desmintió a uno de sus socios que decía que la manzana era un homenaje a Newton, dejando la idea tácita, que fue la manzana mordida por Turing, la que inspiró el nuevo logo de su compañía.
Un abrazo cibernético.
Hortensio.
Un abrazo cibernético.
Hortensio.
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