domingo, 19 de marzo de 2017

El 'Patriarca' José.

José, el Patriarca y padre putativo de Jesús.

¡Feliz día del hombre!, en la hagiografía cristiana católica quien maneja el santoral de occidente, en estos días se le rinde homenaje a la figura de José de Nazaret, por ser el padre putativo de Jesús. Pues bien, en éste Plácido domingo un poco opaco, típico paisaje sabanero, una bella historia de amor y sacrificio protagonizada por María y José, que contaré como a mí me la contaron y como la he contado ya...

Una tarde encontré a mi Padre -se llamaba Alberto- sentado leyendo un periódico en la sala de nuestro apartamento y yo lo interrumpí para hacerle una pregunta que me tenía inquieto: ¿Papi, qué es putativo...? (en aquella lejana época de 1958, no había Internet, ni tabletas ni mucho menos celulares 'inteligentes' entonces teníamos que acudir a las personas inteligentes para que nos dieran respuestas inteligentes) y mi padre 'inteligentemente' me respondió: 'el que adopta' y me dijo: "siéntate y te contare una  historia que me narró mi mamá - quien era mi abuela Merceditas Samper- a quien por mi padre supe que se la contó mi bisabuela y así se convirtió en una historia de tradición oral en su familia y desde luego, ya en la mía...

Esta es la historia:

En un pequeñísimo pueblo de La Palestina, provincia romana llamado Belén, había una modesta familia judía que decía era heredera de la casa de David, conformada por Joaquín y Ana, quienes eran los padres de una bella joven que se llamaba Miriam o María, hermosa por su juventud y su sencillez, quien era hilandera como su madre.

María y su bebé.

Aquí comienza la tragedia:

Por aquel entonces pasó por allí una patrulla de legionarios  romanos entre los que se encontraba un apuesto y aguerrido joven de 22 años a quien apodaban sus compañeros: Pantera, arquero de la Cohorte 1a. Sagittariorum, allí vio por primera vez a la hermosa María y Ella también lo miró tímidamente, se gustaron sin duda, porque Pantera hacía lo indecible por pasar cerca de la casa de la joven María, hasta que tuvieron su primer contacto, yo estoy seguro que el amor surgió entre estos dos jóvenes y Pantera sedujo a María quien enamorada cedió a sus pretensiones y sucedió lo que tenía que suceder. 

La angustia de María:

Con tan sólo 15 años se encontraba esperando el bebé de un extranjero al que fue a buscar al campamento romano cerca de la ciudad; con lágrimas en los ojos el legionario le notificó la infausta noticia de que la Legión a la que pertenecía su cohorte sería trasladada a Germanía a la orilla sur del Rhin y eso quedaba al otro lado del mundo conocido en una villa (Bingen) que soportaba continuas incursiones de las tribus rebeldes germanas, María destrozada por la noticia de la partida de su temprano amor le ruega que la lleve con él pero sabía que era imposible y más en su estado... abrazados lloraron hasta el anochecer y se prometieron amor eterno, nunca sabremos si le contó lo de su embarazo. Imagínense la desesperación y la angustia de la desgraciada muchacha quien vio partir unos días después y para siempre, a su amado soldado quedando en el más triste abandono y fuera de ello tenía que enfrentar la furia de sus padres...

La aparición de José:

Como era obvio le contó a una desconcertada Ana, -su madre,- la aventura con aquel soldado romano que la abandonó cuando más lo necesitaba... desde luego Ana le informó la infausta noticia del embarazo de María a un iracundo Joaquín, quien lo tomó con una "calma irracional" para ser un judío ortodoxo y conocedor de la ley judaica; si no encontraba una solución rápida, su niña podría hasta enfrentar la muerte misma. Iluminado pensó en su pariente el galileo José de Nazaret, quien recientemente había enviudado... era la única salida viable a semejante tragedia que se cernía sobre su familia, emprendieron viaje sin espera de otra solución y rogando para que José la aceptara en matrimonio. Y la presentó a el generoso carpintero quien también era un conocedor de la ley de Moisés, tenían que salvarla de la norma que decía que "la mujer no casada que quedara embarazada sin que ningún esposo -prometido o real- la reclamara, sería considerada impura ante los ojos de Jahvé y convertida en ejemplo de maldición  ante el pueblo y el sacerdote le haría tomar 'el agua amarga' para que el vientre se hinche y la criatura se malogre". Era una falta demasiado grave para aquel entonces como para ser perdonada... y una insoportable vergüenza para la familia.


El 'Patriarca' José:
  
Y el futuro 'Patriarca' un hombre maduro y fuerte, que ya pasaba de los cuarenta años, viudo de Débora y padre de cinco hijos, la aceptó como su nueva esposa y en una rápida boda secreta, con la presencia muy íntima de sus padres (Ella) y de sus hijos (EL) se casaron, de allí en adelante comenzarían las aventuras de María y su nuevo esposo. Ya cerca del noveno mes el emperador Augusto de Roma ordena un censo de su imperio y camino de Belén de Judá de donde José que era oriundo, María comienza a dar a luz, solo encuentran un viejo establo que les sirve de albergue en esas horas cruciales para la primípara y allí da a luz a su primogénito al que llamaron Jeshua (Jesús) asistido por unos pastores que le prestaron toda ayuda posible para que viniera al mundo este niño; por aquellos buenos hombres se enteraron que Herodes el Grande, rey de Judea había expedido un decreto en donde ordenaba matar a los niños menores de dos años nacidos en Belén y el resto de la provincia, entre los cuales se encontraría el que amenazaba su reinado... la familia huyó a Egipto hasta la muerte de éste monarca algo loco... regresaron a Palestina y se instalaron en su antigua casa de Nazaret en la comarca de Galilea y allí vivieron por muchos años y criaron a una numerosa familia compuesta por los cinco hijos de Débora y los seis de María.



La familia de José:

Entre los antiguos judíos el título de Patriarca, que era bíblico, también podían ganarlo los hombres del pueblo con el único requisito de haber tenido más de diez (10) hijos y José "El Justo" los tuvo: de los cinco hijos mayores de Débora, el más reconocido fue Efraín, que adoraba a su hermano Jesús, sabemos que lo llevó a Jerusalén y lo presentó en el templo; de María, fuera de Jesús estaban en su orden - y tomando como referencia a Marcos 6:3- Santiago, José, Judas y Simón. En otros registros históricos aparecen: Judá, Jacobo, Simón y Jaime (el menor que murió en Roma con Pedro), Lisia (Lía) y Lidia, sus dos hermanas. La iglesia cristiana y católica siempre ha sido mezquina con la figura del gran "Padre Putativo de Jesús" y no hay noticias sobre su vida, sus actos y sobre todo de su muerte, quien se presume ocurrió entre los doce años de Jesús hasta el inicio de su vida pública, en los "años perdidos del Cristo".

Imagen de un portaestandarte romano...

Pantera:

Y el nombre de aquel arquero y legionario romano, se perdió en la bruma de los tiempos, pues se creía que era un imaginario de Celso, el filósofo neoplatónico y médico, quien hacia el siglo segundo escribió un libro que llamó "Discurso Verdadero contra los Cristianos" y que fuera rebatido por el exegeta cristiano Orígenes, quien tildó de mentiroso, ridículo y hasta inventor de historietas al filósofo por haber nombrado al soldado romano como padre biológico de Jesús. Desde entonces todo fue olvidado por una iglesia en formación que no pudiendo descartar el oscuro pasaje de la concepción del 'dios hijo' atropelló la verdad y la razón (Un duende, una paloma, un ángel, un dios fecundó un óvulo de María) y oscureció de sesgo la vida de José, que su único pecado fue haber salvado a María y su "feto divino" de una muerte segura. Los judíos del primer siglo reforzaron la investigación de Celso y llamaron al Cristo: Yeshua ben Pantera (Jesús, hijo de Pantera) y pasaron los tiempos, los siglos y toda "la controversia murió".



Año de 1.859 en Bingerbrück, un barrio de Bingen, Alemania:

En esa hermosa villa a orillas del Rhin, varios obreros que excavaban un terreno para instalar los cimientos de la nueva estación ferroviaria, se encontraron con la sorpresa de nueve enterramientos romanos con sus correspondientes estelas funerarias y como siempre la arqueología sacó de su ámbito mitológico a Pantera, y dejó como mentiroso a Orígenes y reivindicó a Celso, quien se había documentado bien para su libro; en la tumba (CIL XIII 7514) había una inscripción que rezaba en un claro latín: Tiberius Julius Abdes Pantera, portaestandarte de la Cohorte Auxiliar de Arqueros, que nació en Sidón y que sirvió en ella durante 40 años hasta fallecer a los 62 yace aquí. ¡Había aparecido el padre de Jesús! y la historia contada por el filósofo y que trataron de ocultar por siglos... se volvió una irrefutable realidad histórica.

Quedé impresionado por la narración y fué el inicio de mis grandes dudas sobre las mentiras contadas por los secuaces de Saulo de Tarso. Hasta aquí la historia como me la contó mi padre y que he compartido con Ustedes, quienes sacarán sus propias conclusiones.

Un abrazo de dimensiones bíblicas.

Hortensio.









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