"Una solución que te hunde vale
más que cualquier incertidumbre."
Boris Vian
Vian, después de un juicio penal sobre su libro 'Escupiré sobre su tumba' no le quedó más remedio que descubrir a su heterónimo Vernon Sullivan. |
Boris Vian, o su heterónimo Vernon Sullivan (1920- 1959) fue un francés universal, polímata que como los hombres del renacimiento, los alquimistas y los sabios de esas lejanas épocas, evitaron siempre la especialización que los hacían 'incultos e inútiles' en el arte de vivir.
Pues bien, eso le pasó a nuestro poeta invitado quien fuera amigo de Sartre y de Camus que influyeron sin duda en su estilo literario; que fue músico y cantante de los buenos, ingeniero e inventor, crítico de arte pues fue un excelente pintor, traductor, guionista de cine, le apasionó la dramaturgia y llegó a ser un actor reconocido, periodista y cronista muy respetado en el medio, de su producción literaria como novelista -escribió poesía, novelas, crónicas, ensayos y demás- tengo una traducción en mi precaria y adorada biblioteca de su obra "Escupiré sobre su tumba", pornográfico y violento quería herir la susceptibilidad del lector que abría esas paginas' locas y trepidantes' cínicas, crueles y frías escondidas detrás del pseudónimo de Vernon Sullivan, el virulento antirracista que causó en esa época un verdadero escándalo y que dividió a la crítica... ¿cómo no recomendarla? Ahora, lean èste transgresor poema de protesta sobre el reclutamiento forzoso que le impusieron para ir a la segunda guerra mundial, fue eximido por su precario estado de salud...
Sartre, Vian, Michell Vian (su esposa) y la Beauvoir en una tertulia en St-Germian-des-Prés en los años 50's. |
Murió a los escasos 40 años, de un ataque fulminante al miocardio en una silla del teatro 'Le Petit
Marbeuf' en París cuando se estrenaba la versión cinematográfica de su primera novela (Temblor en los Andes o A tiro limpio)... lo llamò
Marbeuf' en París cuando se estrenaba la versión cinematográfica de su primera novela (Temblor en los Andes o A tiro limpio)... lo llamò
El Desertor
Señor Presidente
Le escribo esta carta
que quizá lea usted
Si tiene tiempo
Acabo de recibir
La orden Militar
Para ir a la guerra
El próximo miércoles
Señor Presidente
No voy a hacerlo
No vine a este mundo
Para matar pobre gente
No quiero que se enfade
Pero he de decirle
Que mi decisión es firme:
Voy a desertar
Desde el día en que nací
He visto morir a mi padre
Partir a mis hermanos
Y llorar a mis hijos
Mi madre sufrió tanto
Que ya está bajo tierra
Se ríe de las bombas
Y hasta de los gusanos
Cuando estuve preso
Me robaron mi mujer
Me robaron el alma
Y todo mi pasado
Mañana muy temprano
Les cerraré la puerta
A aquellos años muertos
Y me echaré al camino
Pediré limosna
Por las rutas de Francia
De Bretaña y de Provensa
Y les diré a las gentes:
"Niégense a obedecer
Niégense a colaborar
No vayan a la guerra
Niégense a partir"
Si hay que derramar sangre
Derrame usted la suya
Pues tan buen apóstol es
Señor Presidente
Si ordena que me busquen
Dígales a sus agentes
Que no llevaré armas
Que pueden disparar.
Otro regalo (póstumos) más de su insolente y provocadora pluma:
SI FUERA POETA
Si fuera poeta
Sería borracho
Tendría una nariz roja
Una gran caja
En la que apilaría
Más de cien sonetos
En la que apilaría
Mis obras completas.
UN POETA
Un poeta
Es un ser único
En montones de ejemplares
Que piensa más que en verso
Y no escribe más que en música
Sobre motivos diversos
Unos rojos otros verdes
Pero magníficos siempre.
Bueno, un especial abrazo parisino.
Hortensio.
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