lo convidó a entrar en la tiniebla
como inexplicable pensamiento
e inexpresable sensación
Oscuridad providente de olvido
desolación rota de pena clandestina
tierra maldita horror de sepultura
hastío eterno de suplicio
Sueño idiota de eternidad
en el recato de una noche en fuga
silencio de silencios miles de silencios
de absurdo silencio imperturbable
Ajeno al miedo superior
a la angustia infeliz
abismo incalculable
agonía de cada mañana
Sereno aceptó el
letárgico abrazo de la muerte
asombro de cansancio fatigado de la vida,
desolado... se dejó abrazar.
Farwel. 1986
La Esfinge
La Esfinge
tener la abstrusa serenidad de los siglos
en el vario curso del tiempo desgarrado,
en el vario curso del tiempo desgarrado,
para mirar sin afanes el piélago sublime
de las eternas arenas desoladas del Sahara?
Envuelta en la inconmensurable paciencia
de observar la absurda necedad de sus
pequeños hacedores que la instalaron.
¡Siempre estará ahí!...
¡Siempre estará ahí!...
Para recordarles lo efímeros que son
como partículas perecederas y desechables
por antonomasia anatómica.
Farwel. 1.986
Con un abrazo sincero, si me lo permiten.
Hortensio.
como partículas perecederas y desechables
por antonomasia anatómica.
Farwel. 1.986
Con un abrazo sincero, si me lo permiten.
Hortensio.
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