Dentro de los muchos problemas, inmensos y eternos con los que ha tenido que evolucionar la criatura humana desde cuando se asocio, uno me ha llamado siempre la atención y no es otro que 'la búsqueda de la aceptación de los demás'. Yo, aveces a lo largo de toda mi vida, me he encontrado buscándola... buscando aceptación en las cosas más tontas y hasta estúpidas y así si que es difícil; lo que si he tratado de aprender a lo largo de los años es a no juzgar a nadie ¡que trabajo da no hacerlo! porqué cada uno vive como 'le pega la gana' ya sea porque lo quiere hacer así o por que no es capaz de hacer otra cosa que subsistir así, de tal o cual manera, mientras no rompa el "contrato social".
Pero siempre será difícil romper del todo con esa 'tara' puesto que, desde luego, siempre haremos algo pensando en el futuro ¡qué dirán! por no quedar mal... ¿Será idiotez? No nos adelantemos a descalificar del todo esa actitud; muchas veces llevados por las circunstancias que más nos sea favorable, incluso para la 'salud mental' el saber decir un NO rotundo, claro y conciso a una situación que por tolerancia, - "virtud de los cobardes"- como la llamaba Napoleón, nos lleva a situaciones no deseadas... si no te gusta una determinada cosa pues NO te gusta y punto, así rompemos esos míticos miedos personales de poder decepcionar a personas que confían en nosotros o nos 'quieren' o intentan agradarnos a su manera, cosa que casi siempre incomoda.
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Con cariño y si se quiere con suavidad y delicadeza, podrás decirles un NO y de una vez por todas acabar con la tontera de temerle a ser víctima de críticas ajenas, que éstas te resbalen de verdad con ese raro pero efectivo 'efecto teflón' y aunque ciertamente difícil será, en eso consiste la madurez; ahora si quieres ser diplomático (de doble cara) el secreto está en 'hacer balanza', pero de ti y de la situación ocasional, depende y piensa, sólo piensa: ¿Cuantas cosas hacemos o dejamos de hacer, simplemente por quedar bien o por el qué dirán? ¡Al carajo! Ahora, ¿qué es lo raro y qué es lo normal? y sobre todo ¿quien determina que eso es así?... Libertad.
Pero eso sí ¡hay que estar delgado!... y dale.
Un maniaco abrazo, por aquello del qué dirán.
Hortensio.
Pues si Hortensio, tendremos que aprender a decir que no, o que si por contrariar. Antes que por miedo a ver un mal gesto....tenes que humillarse y estar de acuerdo con los demás. Saludo cordial...¡¡esto es cierto!!
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