Era el apodo que le tenían al filósofo de Efeso, Plastócrates, puesto que sus apotegmas y sentencias no eran muy bien comprendidas o eran criticadas como 'demaciado bobas' o muy simples redundancias de la lógica, por sus contemporáneos, pero fue el autor de las más conocidas y reconocidas sentencias de las que se han vuelto refranes populares que han llegado con ínfimos retoques hasta nuestros días y aunque fué excluido de los famosos '7 Sabios de la Grecia antigua' (el siete es un número de perfección para los griegos) o porque nunca existió, muchos han hecho una nueva lista de 8 que lo incluyen. En Colombia tenemos un filósofo parecido cuyo apodo es 'el Kid Pambelé', pero ese es otro cuento que abre de contar muy pronto.
Juzguen por Ustedes mismo si me asiste la razón y yo le hago el juego al personaje, con ésta pequeña muestra de sus apotegmas, - así las llamaba él - a esas sentencias tan simples pero tan elocuentes, mirésmoslas:
Que haya desalmados no demuestra que haya almas.
Cría cuervos y tendrás muchos.
La odiosidad es la madre de todos los vicios.
Mas vale pájaro en mano que todos volando.
Casi nadie es profeta en ninguna tierra.
Cuando el río suena, contaminación lleva.
Si no hay luz solar, probablemente es de noche.
El hombre prevenido vale por CXVII.
Yo soy; vosotros sólo estáis.
Se espera cuando se espera, no cuando se desespera.
Ser fiel a las propias ideas requiere tenerlas.
Sólo se que no sabéis nada.
Conocerte a ti mismo puede no merecer la pena de nadie.
Ya se sabe que nunca se sabe.
Conviene aparcar más pronto que tarde.
Hay alguien aquí?
En boca cerrada no entra nadie.
Ver, oír y callar, pero no olvide respirar.
Tu nombre es nadie.
Nunca segundas partes fueron decimoctavas.
A la tercera va la tercera.
Sólo hubo un pecado auténticamente original.
Procusto era bajito.
Todo se crea, se consume y arroja a la basura.
Sólo pueden aburrirse las personas físicas.
La Luna no tiene dos caras porque es redonda.
El que calla callado está.
Los pescadores deben juntarse en ríos revueltos.
Cualquier tiempo pasado fue anterior.
Afortunado en el juego, infortunado con hacienda.
El sentido común es el menos común de los sentidos.
Quien pronto madruga, pronto desayuna.
No hay relación entre pregunta y respuesta.
Incluso para los cojos, mejor con dos sandalias.
Muerto el perro se acabó el can.
La simetría es el arte de los tontos; la gastronomía , de los escépticos.
Quien hiciere derroche de certezas, derrochará dudas.
Yo sé, entre otras pocas cosas, que no sé.
Tu, si fallido, no sabes que no sabes.
Él sabe, pero no sabe si sabe. Es feliz.
Nosotros, en conjunto, no sabemos.
Vosotros definitivamente, no sabéis.
Ellos no son. Puede que ni los haya
(Plastócrates de Efeso)
Un desconfiado y divertido abrazo.
Hortensio.
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