domingo, 15 de septiembre de 2013

La poesía es la vida misma.

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En el quiebre entre la vida y la muerte, entre lo etéreo y lo material, está la belleza de la poesía que emerge como una imagen sutil pero 'nueva', a cada paso de las horas y en todas nuestras rutinas diarias, está esa fascinante zona poco recurrida y muy poco observada por la inmensa mayoría de los espíritus 'vulgares' que la rodean y no la ven; pero se encuentra allí y allí habita en ese lugar que es su hogar, para entrar a esos lares sólo se necesita la suficiente sensibilidad para oblitar sus puertas y sacarla de esas sombras cotidianas en donde se diluye. Para donde mires la podrás encontrar y sería interminable su ejercicio pues la poesía., 'es la vida misma'.

A donde mires encontrarás poesía.
Yo, me he atrevido, con la venia de los poetas, a tomar la posta y a modo de ejemplo de ese interminable ejercicio tan bello y tan, tan personal de sacar a la poesía de todas mis cotidianidades, éstas serían algunas de las que se me ocurren, tú sabrás de las tuyas... 

 La he sacado: de la mirada azul de mi nieta; de la sonrisa pícara de la persona amada cuando te apoya en silencio; en ese 'helado' de fresa montado en una bola de vainilla; en el sucio 'smog' que botan los autos de tu ciudad... saca esa poesía de un cementerio en donde has ido a despedir a un buen amigo; del balcón de tu casa que da a la calle en donde conociste tu primer amor; de tu cama en donde noche a noche sueñas con cambiar al mundo; sácala de la hermosura de música que nos diò Vivaldi en sus 4 estaciones; del rústico reclamo de un trabajador explotado en medio de una plusvalía odiosa e intolerable; del aroma  excepcional de ese sencillo arbusto al que llaman 'el caballero de la noche' y del perfume más simple y sencillo que la Naturaleza nos ha regalado a nosotros los 'simples mortales'... el perfume de una noche de amor.

Sácala de la nostalgia que habita en el alma de una niña que ha conocido el amor por primera vez; de la irracional potencia del motor de ese auto que devora kilómetros y kilómetros en busca de algún anhelo que está al final de ese camino; de un 'filete miñón' tres cuartos con una ensalada de frutos rojos; ayuda a salir a esa poesía, al oír el suspiro que brota de tu ocasional compañera de 'transmilenio'; de tu viejo computador que se infectó con un virus desconocido y se está muriendo; sácala de un largo beso de despedida o un abrazo pleno de regreso; de esa enorme luna llena que se asoma detrás de los cerros 'tutelares' de tu Santafé o del 'sol de los venados' en los ocasos de los llanos de Casanare; de las bellas notas de un bolero-balada de Manzanero; de la lectura del 'Nocturno' del melancólico suicida.

Es bello pensar que puedes sacar a la poesía de la dura rutina de tu trabajo al que valoras por ser el sentido de tu 'bienestar'; de esos 5 goles inmortales de la selección, en un argente pueblo que no conocía en su historia derrota más absurda; de aquel amor que perdura en el tiempo de un espacio inasible y que se resiste a morir tercamente; de esa tertulia intrascendente de amigos alrededor de una rubia hermosa... y 'helada' cerveza; de la compra barata de un gran libro, que abandonado por su dueño, pasa a ser viejo y de segunda; sácala de esa tragedia que parece insuperable.

De ese sueño que se te volvió inalcanzable y que tercamente como un 'tauro' no abandonas; de las pequeñas cosas que con el tiempo se te vuelven imprescindibles; de éste año nuevo de 1.993 de expectativas diluidas por una 'Carta Magna' que se llena de lagunas; sácala sin miedo de tus propios miedos; de tener a tus años a tu madre viva, de poder abrazarla y de ver que aún te increpa con el dedo inquisidor, alguna idiota acción que como niño haz cometido y de esa bendición verdadera que te da con sinceridad y amor, y que la recibes con la amarga alegría de que puede ser la última.

Sàcala de tus alegrías y sinsabores del día; del ruido de la gente por una calle del centro de la ciudad; de una huella que camina 'por la blanca arena que lame el mar' y que se pierde en las olas de su inmensidad...¿suicidio?; de tus sueños revolcados y rebuscados en un pasado que quieres traer al siempre presente; de tus recuerdos de amor; de tus nostalgias guardadas como 'oro en paño'; de la lectura siempre interrumpida de la 'Divina comedia' de un Dante azufrado y trágico; del 'grafiti' en un muro abandonado que se siente orgulloso porque nos envía un mensaje inteligente desde su muda integridad; de recordar con nostalgia a ese 'pueblito viejo' que todos llevamos en el alma... mi Tunja adorada.

Sácala de ese 'Urapán' que con su presencia llena y adorna nuestros parques y avenidas, miles y miles de ellos traídos desde su lejana y ancestral Rusia, para que se aclimataran en la hermosa sabana fría; y desde luego saca a la poesía de tu propia vida cuando sientas que esa persona, ese objeto, ese momento que rodea tu ansiedad es el motivo exacto de convertir en verso todo ese universo que está a tu alrededor y de paso te entrego el 'testigo' de relevo y sigue por tu lado, querida amiga, amigo de antiguo, pues es casi que un deber, sacarla a la vida y a la realidad de las cosas a esa tímida y bella dama a quien con amor llamamos poesía.

De lo etéreo a lo material entre la vida y la muerte.

Y ponerla en tu mundo, es un hermoso modo de caminar por los senderos de la vida y verla surgir de ese espacio que va de lo etéreo a lo material, entre la vida y la muerte... ¡mírala! déjala fluir...

Un abrazo etéreo.

Hortensio.

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