Retirado en la paz de estos desiertos
Con pocos, pero doctos libros juntos
Vivo en conversación con los difuntos
Y escucho con mis ojos a los muertos
Las grandes almas que la muerte ausenta
De injurias de los años vengadoras.
(Quevedo).
Tu calle...
Hay algo eterno en el aire de tu calle
que no cambia, un suave y sutil aroma
que se pega a la piel en pequeñas espirales
que se han quedado detenidos en un
pliegue de tu tiempo.
Farwel 1986
Así me destruyo.
Amarillo entre las hiedras
Que sorben las aldeas del vientre de los dioses
En tu pecho
Las rosas van y vienen del alcohol a la noche.
Javier Bello.
¡Palabras...!
Hablar de ti...
Son palabras dichas al azar.
Pálidas imágenes que nos hacen llorar.
Trance cruel que duele...
Doliente latido que subyuga,
agua de manantial que deleita
como la muerte al desahuciado
como la tibia luz del sol al ciego.
Hablar de ti...
Siempre serán palabras dichas al azar.
Farwel 1986
Yo busco de los siglos
Las ya borradas huellas,
Y se de esos imperios
De que ni el nombre queda.
Becquer.
La piedra.
Me rompí el corazón con la misma piedra
Cayendo en el mismo hueco
En un paralelo inagotable
En donde trato de poner la piedra
En el hueco del corazón.
Farwel 1986
Un sensual abrazo.
Hortensio.
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