martes, 9 de septiembre de 2025

La larga Ausencia de Un año.

El que no haya vivido 
mis sufrimientos, que 
no me aconseje.
Sófocles. 496 años a.C.

Hablando contigo y ahora lo sé...

             año 1.978  Compañeros de mil jornadas.

Hace ya un año, 9 de septiembre, que te llevaste parte de mis sueños inacabados, muchas ilusiones y proyectos inconclusos; fuiste una eterna luchadora, por que te vi dando a diario esas pequeñas grandes batallas y sembrando de sueños nuestras vidas, compañeros de camino, en donde parece increíble: nos cuidaste y nos protegiste sin pedir nada a cambio. Así eras Tú, ¡única! la que nunca se doblegó y luchó valientemente por mantener ese hogar que inventaste para nosotros, tu mundo afectivo y nuestro tiempo fue pasando con sus afugias y alegrías.

Hace ya un año, esa la larga ausencia de todo un año en la que se acabó la tortura del cuerpo y la angustia de tu ser al sentir que nos ibas a dejar solos - como lo hablábamos en tu agonía - bueno, y el indetenible tiempo pasó y te repito: pronto acudiré a nuestra cita anunciada en el recodo más bonito del infinito desconocido, para decirte que no ha sido fácil vivir con el infortunio del silencio de tu ausencia, solo me salen palabras de amor y gratitud, infinitas gracias por habernos acompañado en las buenas y difíciles jornadas de nuestras vidas compartidas por muchos años para hacernos, a tu modo, felices.

Hace ya un año, de tu partida y solo quería decirte: que sentí la necesidad de escribirte y dejar este testimonio escrito y hacer más llevadera ésta sensación de asfixia y tristeza que me agobia, decirte que dejaste tu huella indeleble en nuestras vidas como el más inefable y bello de los recuerdos, eso hace que al pensarte la soledad sea menos intensa. Decirte que esa ausencia no da tregua al profundo dolor de no tenerte y eso le ha quitado Paz a mi mundo interior -ese que nadie, por fortuna puede juzgar- para poder sobrevivir a la angustia de la pena y la aflicción de la repetitiva e infame pregunta... ¿porqué?

Hace ya un año, y quiero ya dejar de coquetear con la depresión, que trató de desbordar mi día a día sutilmente doloroso. Anoche pensé insensatamente: sabes tú que nunca supe orar pero deseo inventarme un altar -claro, en lo profundo de mi ser- para rogarle a Dios, como si existiera, que te cuide mientras puedo llegar a tí y poner fin a tu destierro y al vacío de tu ausencia entre la vida y ninguna parte. Así podré seguir caminando - con más tranquilidad - el poco trecho que me separa de tí.

Hace ya un año, en el que he aprendido a callar, saber callar porque a nadie le importa mi dolor, algunos burdéganos creen que lo finjo, en fin, no entenderían ese gran vacío que dejaste, por eso he decidido callar mis sentimientos para siempre y tejer mis recuerdos solo contigo... Ahora comprendo a los 'solitarios tristes' y siento pena por ellos y por mí; sabes que necesito sobrevivir por nuestros hijos, aunque la herida de tu partida no se cierre jamás y hoy a un año de nuestra separación física, lo sé... porqué siempre te amaré como al principio, quizá más.


Hortensio Farwel.

P.D. Gracias mil y un eterno reconocimiento a mis eventuales seguidores y lectores, hoy con ésta entrada hemos superado las 252.000 visitas a ésta bitácora.







1 comentario:

  1. Un año ya y con el dolor de tu partida Lucy antes y la aceptación de tu ausencia, con ráfagas de olvido, creyendo que aún en Mosquera nos esperas con tú hospitalidad y tú sonrisa ... pero ya no es así!!!...un fuerte y cálido abrazo Fernando, pues como bien dices, ningún juicio es posible ya sólo la aceptación de lo que es, lo que fue y lo que es hoy... Muchas gracias 🫂

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