domingo, 19 de noviembre de 2023

Pensamientos en Prosa.

Cuando el deseo muere es
que ya estás muerto...
Farwel.

Aún es hoy y tenemos futuro
aunque ya seamos pasado...
Farwel.

En éste Plácido domingo de nuevo con la prosa de Farwel, la razón por guía y su sentido versátil de mover 'el que hacer' poético con que la imaginación le permite, - sin esquivar la realidad de su dolorido sentir,-  desarrollar su vocación de libertad teniendo por destino el escribir... en éste escrito se nota una especie de anáfora, es una repetición o paralelismo con leves variaciones; oigámoslo en "Esos días." y una esquirla: "El desgraciado."

Un lindo día...


Esos días.

Cuan largos son esos tristes días que como campanas lanzan al viento sus ecos fríos que pasan por ahí sin pasión y que breves los días que son bonitos. Sí, esos días que unos tras otros son la vida misma a veces ingrata a veces placentera y esos días sin tiempo que en medio de esos sutiles días encadenaron mis recuerdos a las tibias noches de mis días de dolor aún sabiendo que algún día llegaría ese añorado día esperado en que los sueños perdidos de un amor intemporal retornaría a mí; es como si llegaran de un sueño para entrar en mis días pues bien lo sé que un día compartieron la inquietante vida de esos, mis días fugases, que como pálida luna iluminaron el sendero de ese día que por fin se convirtió en un día de "felicidad" y porque aquellos días que fueron tan nuestros nadie nos lo podrán robar ni tan siquiera el insensible olvido, nefasto, cruel. Y a pesar del día en que la batalla sobre el implacable tiempo que atenta contra nuestros días, continué sembrando sobre la húmeda yerba de la senda mis pasos lentos y nostálgicos hacia tí recelando de mis días en el presagio lacerante de que esos días que dejaron un efímero y débil rastro de felicidad, son mis últimos días, esos últimos días que ya pasaron y que no volverán. Días que se perdieron en mi memoria. Son esos días de luto que ensombrecieron el cielo de mis tristes días para luego convertirse en días cándidos y hermosos, luego en días llenos de amargura y desconsuelos en días que pasan y regresan para susurrar que todo lo vivido acabó. ¿Adónde se fueron esos días que sucediendo uno a uno formaron lo que fue mi existencia?... de verdad no lo sé.


El Desgraciado.

Sus ojos guardaron silencio al mirarse al espejo, cerró las manos en puños que habían perdido la fuerza y piensa resignado: 'La historia  de todo hombre está  en los detalles de la vida. Sí, la memoria olvida, el reloj de nuestro tiempo parará y entonces no volveremos. Tal vez es la muerte que sonríe perversa ante la demencia que asoma su pútrida cara para sonreírle cruelmente al desgraciado.

                                                                               ***

Un abrazo muy especial...

Hortensio.


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