Hace mucho más de dos décadas me apasionó la lectura histórica de el 'affaire' del capitán Dreyfus, al ver primero, que toda la injusticia y la infamia que se cernió sobre este oficial alsaciano y judío, terminó en su total absolución como lo reseñé en la primera parte de éste blog. la semana pasada y segundo, la vergüenza para un ejército que con no dificultad reconoció su error y lo reparó...
El coronel Picquart el que destapó la infamia. En ésta foto ya investido de General. |
En tercer lugar, lugar ver como una sociedad tan culta como la francesa, salida del 'Siglo de las Luces' se polarizó de tal manera que casi termina en una guerra civil y pensaba que estamos en el mismo camino y la historia se repite una y otra vez... las derechas retardatarias y antisemitas versus una izquierda anticlerical y contestataria.
Con un debate de fondo: por un lado los católicos y las derechas militaristas y nacionalistas en defensa de la Nación, conservación de la sociedad cristiana y la razón superior del Estado, y en su antípoda la izquierda socialista, atea, masónica, anarquista y comunista apoyada por los judíos, en busca total de la verdad y la justicia.
Tras la infame condena por traición a la Patria y de pasar el resto de sus días en la 'Isla del Diablo', vemos la reacción de los intelectuales en cabeza de Emile Zola con su carta abierta de YO ACUSO, la polarización tomó tintes de tragedia nacional. La iglesia se vino con toda su artillería pesada con la Liga de la Patria en contestación a la Liga de los Derechos del Hombre creada por los llamados intelectuales que tras una decidida batalla por sacar a luz la verdad, lograron el indulto definitivo por parte del presidente de los acusados Dreyfus y su defensor Zola.
Zola, el gran escritor naturalista un año antes de su muerte. |
Pero el camino no fue fácil, un periodista español que era corresponsal en París decía a sus lectores: "Francia se dividió en dos. Despertándose tempestades de odio, moviéndose avalanchas de rencores, poco faltó para que estallara una guerra civil." Y de verdad, faltó muy poco para que se declarase el divorcio entre el país y su ejército.
Mire a dónde llegaron los extremos de polarización. El cardenal de Francia dijo de Zola : "Es un vicioso, pervertido y medio loco". La Croix de los Asuncionistas, una secta de curas extremistas se volvieron locos, saliendo a la calle con feligreses a vociferar "La victoria será de Cristo" y chocaron con una masa enardecida de izquierdistas; muchos heridos. Estos decían: Curas maricas e hijos de puta, se perdió el poco respeto que aún guardaban, al ejército le gritaban: "mansión de jesuitas."
Todo esto pasaba el 2 de julio de 1898 unos meses después la causa contra Dreyfus se declaró nula e inexistente: "Anulada por haber sido pronunciada injustamente y con error". El periódico de derechas La Libre Parole, que dirigía la batalla antisemita y el cura Vincent de Paul, retaron al gobierno que si soltaban al capitán Dreyfus quemarían París a nombre del señor Jesús. Amenazas que le tocó parar al propio Papa León XIII.
L'Osservatore Romano: "Han pecado de manera mortal los que por motivos ocultos y con fines fraudulentos, han falsificado documentos, ocultado la verdad y empleado la impostura y la astucia para lograr que se cumpliesen sus tristes designios, han fracasado." Luego el Papa conminó a los curas que volviesen a la oración en sus conventos y parroquias. El cura P. Lecamet, que gozaba de buen prestigio acabó sus días de odio pidiéndole a las damas distinguidas, que organizaran novenas "por la liberación de la iglesia" y para que León XIII muriese.
El Papa León XIII |
Los periodistas y la prensa se batían en duelos que cayeron en la desvergüenza de la bajeza moral. Un ejemplo del sectarismo y anticlericalismo sin sentido fue el que apareció escrito en el periódico ateo de La Raison, del 21 de diciembre de 1902: "Contra el sacerdote todo está permitido. Es el perro rabioso que todo transeúnte tiene derecho a matar". Y en periódico católico La Cruz de Plata: "Todo masón y judío deberían reemplazar a los conejos en los laboratorios. Hay que matarlos como ratas."
El 29 de septiembre de 1902, muere Zola. En la noche del 28, el escritor y su esposa se encontraban en su casa de la rue de Bruxelles, en París, el día había sido particularmente frío y húmedo, cerraron bien las ventanas y prendieron la chimenea a eso de las 3 a.m. Alexandrine se levantó con una extraña sensación de mareo y vomito - recuerda- pero se volvió a acostar. Al día siguiente Zola amaneció muerto por monóxido de carbono, cerca de la ventana que trató de abrir, su mujer se salvó. ¡Accidente o asesinato! En principio se dio como un accidente casero. Unos años después un deshollinador de nombre Henry Buronfosse, antes de morir confesó su crimen... obstruyó la chimenea y antes del amanecer quitó los elementos de su acto criminal.
Caricatura de la época... Una pelea familiar fruto de la polarización del caso Dreyfus. |
Entonces y para resumir, el coronel Picquart, después de haber sido puesto preso, lo ascendieron a general de brigada y tuvo una activa participación en la 'Gran Guerra' y en gobierno socialista de Clemenceau, fue nombrado ministro de guerra. Murió al caer de un caballo y sepultado con honores.
El capitán Dreyfus, en el mismo patio de armas de la Escuela Militar en el que se le degradó, fue ascendido a mayor y de le dio la cruz de la legión. El día del traslado de las cenizas de Zola al Panteón Nacional, un periodista ultraconservador le hizo tres disparos y lo alcanzó a herir levemente. Participó al frente de una unidad de artillería en la Primera Guerra Mundial y murió en Paz en 1935, con el grado de coronel. Hoy en día y al momento de publicar esta entrada, se debate en el senado, si se le concede el grado de general póstumamente y de nuevo han surgido posturas intolerantes...
El coronel Dreyfus en 1935 pocos meses antes de muerte. |
Lo triste de todo fue que la sociedad francesa siguió polarizada por la instigación de la iglesia y sectores ultraderechistas, que llevó a la separación del Estado de la iglesia y convirtió a Francia en un Estado laico. Todo acabó casi que de un tajo con la entrada de las tropas nazis a París, por los Campos Elíseos en 1940. Más de 40 años de una estúpida lucha fratricida.
Hay que recordar la historia, no estamos en Colombia muy lejos de llegar a esos extremos y las heridas abiertas que el CASO DREYFUS nos ha enseñado.
un preocupante abrazo.
Hortensio.
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