Secretos
Todos tenemos secretos inconfesables
de esos que nos acompañan a través
de los momentos que componen la vida...
están los que dejan una herida que a cada
rato sangra en el silencio de la alcoba,
están los que han dejado una honda huella
que recordamos a cada paso que damos,
y los más, esos que no podemos contar
porque se murieron... en el olvido
que nos dejò el tiempo.
que nos dejò el tiempo.
Esquirla N° 47
Todo recuerdo preso en la cárcel
de una mente enferma de dolor,
se muere como se muere la penumbra
al roce de los primeros rayos del sol.
El Inventario
En el inventario de toda una vida solo me quedaron...
recónditos deseos perdidos, arrebatos de ambición,
férvidos desvaríos de amor, extremos de postración,
biomas feos de pútrida aniquilación impuesta,
huérfanas de alegría y esperanza, alma en pena,
virus contagiantes de aflicción, dolor de desespero,
quejas bañadas en salmuera de agrios reproches...
eso quedo de mi vida o así la veo y así la siento.
Con ese feo inventario de desventuras anodinas,
me propongo borrar de mi mente enfebrecida,
toda huella de dolor angustiado, de tristeza mortal,
buscando esa cura inasible que nos trae el pasado,
como ese amor que ha muerto y que no puede revivir,
en ese dolor de ausencias de absurdas lejanías;
por esas absurdas ideas concedidas por el dolor,
brindo con vino añejo, vino de olvido... ¡Salud!
Un plano sin retorno.
El silencio de la Luna en su lúgubre andar
cubre las longas sombras distraídas de la noche
con claridad de plata que hace huir la oscuridad
mostrándonos como en una visión de claridad, la
relación con todo lo que amamos y perseguimos
y con todo aquello que nos parece inalcanzable y
alejado que nos lleva hacia planos sin retorno a esos
espacios ocupados por nuestros caros fantasmas que
se niegan a morir porque si pasa, morimos con ellos.
Y así, en esos pequeños momentos de la majestuosa
noche, el silencio acuna las palabras y las adormece
hasta apagarlas en una impotencia en que ellas para
describir lo que se está sintiendo, solo reconocen la
imposibilidad de una humildad aceptada... inacabada.
Noche, deja que la Luna pálida de amores nos arrulle
en estos instantes de sentida espera de un regreso que
no esperamos, de un instante frío que ya jamás volverá...
Esquirla N° 48
Se había transformado desde su bella foto
en una existencia perpetua de mis adorados
recuerdos perturbándome sin razón y sin
sentido de una manera grata siempre grata...
Un futuro no nacido.
Y ese rabioso presente caminaba a su lado
sabiendo que Ella se había ido cerrando la
puerta tras de sí a un futuro no nacido... olvido,
dejándole un vacío permanente que ya nada
ni nadie podía llenar ni mucho menos ocupar.
No había consuelo posible, solo dolor presente
solo presente que sólo añoraba un futuro incierto,
y porque no hay peor olvido que una memoria
guardada en un inasible presente que no quiere
acabar para darnos la bella libertad de la muerte...Esa que es término de todos esos 'rabiosos presentes'
y de todas las penas irracionales e infatigables que
la angustia trae para no traspasar sus umbrales en
busca siempre terca de ese futuro que nunca nacerá
esfumándose como quimera que se escondió en el aire.
Bueno, de nuevo un abrazo repetido.
Hortensio.
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