domingo, 30 de agosto de 2015

'La estirpe de los malditos...'

En este 'placido domingo' un invitado de excepción... Mohamed  Chukri, 'El gran marroquí', un gran hispanista y traductor de la lengua de Cervantes al arabe,  junto con escritores como Paul Bowles y su 'podrido aire literario' (recluso en Tánger), Tennessee Williams (T.W. en tanger) y Jean Genet (Diario del ladrón) y Truman Capote, formaron lo que el mundo literario empezó a conocer como 'La estirpe de los malditos' (la escena beat de Tánger). En una geografía de miseria marcada por la violencia, la injusticia, el dolor y la compasión, marcaron su inquietante periplo vital que comienza con su nacimiento en Beni Chiker, un pequeño pueblo marroquí del Rif, en 1935.

El maestro de Tánger.
Marcado por la violencia de un padre irracional, alcohólico, iracundo y amargado, desertor del ejercito español, que maltrata de forma inmisericorde a su madre y a raíz de la muerte de un hermanito a manos de este ser miserable canalla y homicida que en un arranque de ira lo mató, a los once años se vuela de su casa y en una odisea de hambre y miseria,"solo vomitaba saliva" cuenta, va a parar a Tánger, la metrópolis del reino de Marruecos, en donde aprende hablar el castellano por pura necesidad y en medio de un bajo-mundo de prostitución, crimen, alcohol y drogas, robo y contrabando, consume así su niñez y adolescencia y es un futuro rufián analfabeta a la edad de veinte años ... 

Desde luego que viviendo en la calle y en una vida alejada del hogar para salvarse, en una de las tropelías de rutina va a para a la cárcel (1955) en donde un protector amigo le enseña a leer y escribir el árabe clásico y le habla de literatura prendiendo en él la búsqueda inacabada por el arte de narrar y escribir que lo lleva a instalarse en Larache, en donde ingresa a una escuela primaria y estudia hasta principio de la década de los 60's, cuando regresa a Tánger, de donde nunca más volverá a salir.

Chukri con los Bowles, Capote y Sanz Soto
en Marruecos.
En medio de la bohemia nocturna de la gran ciudad, conocerá a literatos ya consagrados como Tennessee Williams, a Jean Genet y a su gran amigo y traductor Paul Bowles, quien tuvo una historia parecida de violencia intra-familiar y quien le hace conocer el exito internacional con la traducción de su libro "El pan a secas" de 1973 y al que le dedicará un libro (recluso en Tánger). Esta obra fue prohibida en todo el mundo árabe por los ulemas y solo se revocaría hasta bien entrado el año 2.000. Chukri, siendo un gran hispanista que tradujo al árabe los poemas de grandes vardos españoles como Lorca, Machado y Aleixandre, escribió la totalidad de su obra literaria en árabe.

Una foto antes de su partida...
Muere en el 2003 en Rabat, de cáncer (enfisema pulmonar) a los 68 años, admirado y querido por un pueblo al que el describió crudamente y por lo mismo amó, el mismo pueblo que lo acompañó en multitud el día de su entierro en el cementerio de Marchan en Tánger... algunos de sus poemas y frases:   


Celos.

Veo lo que veo.
Quizá me guste
Peo no puedo
vivir lo que veo.
Dijo: No te merece ninguna mujer más que yo.
Dije: No eres la única entre las mujeres.
Dijo: ¿Qué edad tienen todas tus mujeres?
Dije:Tienen la edad de una en todas ellas.
Dijo: ¿Tu distancia de ella?
Dije: la que nos acerca y nos aleja.
Dijo: ¿Y entre los dos?
Dije: A veces yo, a veces ella,
A veces ninguno.
Dijo: No creo en nadie.


En casa no teníamos espejo porque a ninguno
nos apetecía vernos la cara.

La palabra amor es peligrosa
para quien con ella juega
y en ella cree.




Antes de morir en una conferencia había dicho:"Yo estoy comprometido socialmente. Me inclino a defender las clases marginadas, olvidadas y aplastadas. No soy Espartaco, pero creo que todas las personas tienen una dignidad que tiene que ser respetada, aunque no hayan tenido oportunidades en la vida".

Y algo digno de meditar... en una entrevista para El Pais, Chukri comenta: "Me siento como esos escritores aplastados por la fama de un solo libro. Como Cervantes con Don Quijote, o Flauvert con Madame Bovary o D.H.Lawrence con El amante de Lady Chatterley. El pan desnudo sigue sin morir, el hijo de puta. Los niños en la calle no me llaman Chukri, me llaman El pan desnudo. Este libro me dice todos los días, Aquí estoy, vivo". 

Por ahora un abrazo 'magrebí'...

Hortensio.

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