Hace más o menos, más que menos, en Chipre, la llamada isla de afrodita, sus vinicultores ya conocían el arte no solo de cultivar la vid, el de hacerlo y fabricarlo, sino también hacer excelentes mezclas de cepas y añadas... hoy en día tienen un termino técnico por así decirlo para denominar estas mezclas: "cupage" y que en España de distinguen con las letras C.V.C. que son mezclas de diferentes orígenes.
Troodos, la cordillera de la isla de donde se cultiva 'el mana chipriota'. |
Los chipriotas fueron grandes maestros que realizaron maravillosas mezclas famosas en todo el mundo antiguo y medieval, como en el contemporáneo... una de ellas era tomar una añada de cosecha y le añadían una más aromatizada y de diferente textura, en una comunión perfecta que potencian los aromas y los sabores producto y conjunto de diferentes cosechas (C.V.C.).
Uno de estos vinos, es el de nuestra historia del día de hoy y que no es otro que el llamado "COMMANDARÍA" nombre que los caballeros cruzados de san Juan le pusieron a tan delicada y deliciosa mezcla la cual almacenaban con devoción en el sitio más seguro de la isla...la La Grande Commandarie de Chipre (La gran Comandancia) todos aquellos guerreros eran grandes aficionados de aquel mítico vino entre ellos el famoso Ricardo Corazón de León, rey de Inglaterra, quien tenía siempre una remesa especial para su mesa.
Su empaque de origen o cuna. |
Hoy en día conocemos su porcentaje de mezcla: un 90% de uva tinta Mavron con un 10% de uva blanca Xynisteri que se dejan secar al sol entre 10 y 15 días para que sus azucares se concentren antes de meterlos a dormir en sus barricas de madera durante algo cercano a los 2 años al termino del cual se obtiene un delicado vino de aroma dulce con unos 15° a 20° grados de concentrado alcohólico; por eso estoy aquí en este agosto, recordando a Limasol su capital que por estas épocas realiza un fabuloso festival anual en honor a sus vinos, entre ellos a su histórico, mítico y apetecido COMMANDARÍA.
Las remesas de aquellas uvas y sus vinos nos llegan a Limasol desde Troodos la cordillera de la isla, en cuyas laderas se cultiva "El mana chipriota" como los describía Hesíodo por allá en el año 800 a.C.; Resulta que Selim II Sultan Otomano, probó nuestro vino en mención, de inmediato preguntó a sus asesores de donde provenía tal manjar y ya sabemos la respuesta...llegó a tal grado de adicción por este vino que para poder tenerlo a su disposición y a la hora que así quisiera se propuso invadir a Chipre y en 1.570 se lanzo a la aventura enfrentándose a la Liga Santa de varias naciones en la batalla de Lepanto y aunque perdió la batalla, se hizo con la isla la que dominó el imperio Otomano por tres siglo.
Selim II, paso a la historia con el apodo de "El Borracho", en una de esas tremendas ingestas de vino,
ya borracho resbaló golpeándose la cabeza muriendo casi al instante...murió en su ley y el vino siguió
su camino para hacernos felices a los que hemos tenido el gran honor de saborear parte de la historia con que cuenta el gran ¡Commandaría...!
Salud...Un abrazo etílico.
Hortensio.
Encontre en Panamá, un Commandaria de botella verde y o tengo para una ocación demasiado especial... si no la encuentro, la disfrutaré en soitario con música de fondo y saboreándolo lenta muy lentamente y trasladando mi mente a la bella Limasol.
ResponderEliminarNo podrán envidiarme sini los poquísimos que ya lo han probado y que ahora saben esta historia...
Hortensio