Gitana de los ojos negros sino me miras moriré de lejanías. |
ángel de ternura que esconde un infierno
muerte lenta de quien se acerca a tí.
Sonrisa engastada en tu húmeda piel
silueta sostenida en la luz de tu sombra
letras de pasión que devora a tu musa
melodía triste que acaba con tu ruido.
Ilusión esclava que termina en cenizas
así es tu alma furtiva en cuerpo de mujer
refugio inagotable de mi devastado amor
que te besa...
y de mi triste delirio que me liga a ti
que te besa...
Y te beso y te beso para que no huyas de mi
pues mi ocaso se apagaría que duda cabe para
siempre y por ese miedo te beso y te beso
en los brazos de tu fresca primavera...
apiadate de mi vida vacía que carece de sentido
sin ti mi amor...
Y si te pierdo qué sería de ese mi amor
sufrimiento devastación miseria... abismo
y le susurro al tiempo un te quiero
que intensamente pienso que será eterno
contigo amor mio.
Farwel 1986
Mortales simples mortales.
Angustias que llenan de soledades tu calle que tanto ame. |
Aroma de presente en un espacio aterido a la nada
estancias ignoradas de tiempos idos que nunca
detuvieron su marcha en ese tedio de memoria olvidada
en emociones sublimadas y esperanzas puestas en las
arenas de un viejo reloj que inflexible nos enrostra
la precisión con que los instantes nos arrebata la vida.
Ausencias que anidan en los corazones con sentimientos de
imperfecta distancia en gemidos heridos de pura soledad
en esos sus destinos como en un largo y frío insomnio
de aguas dormidas que sin dejar huellas se vuelven
enigmas improbables e imprecisos que son prisioneros
de unos deseos no atrapados que siempre naufragan
en un piélago de sufrimientos de insondables quejidos
contenidos que explotan en una sin razón de arrebatada
realidad imaginada como ese viento que danza con
el caprichoso vaivén de sus ráfagas que tan solo son
paralelos en compañía del crepúsculo de los dioses
que frenéticos luchan por sobrevivir en esa batalla
de quimeras que por seguir en la memoria de esas
criaturas en decadencia exótica en que nos hemos
convertido nosotros errabundos caminantes por esas
tierras de nadie con paisajes secos de eriales yermos.
Eso somos tu y yo ese y aquel mortales simples y
míseros mortales en busca siempre terca de ese
enfebrecido espejismo al que llaman... felicidad.
Farwel 1.989
Un sentido abrazo de regreso.
Hortensio.
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